martes, 2 de diciembre de 2008

No, por favor


Vaya por delante que soy una convencida de la escuela pública y mis dos hijas han ido siempre a la pública. Me parece que es de calidad y que los profesionales son realmente muy buenos. Desde ahí me atrevo a hablar. Hace unos días leí en su periódico la intención del Consejero de Educación, Pérez Nievas de volver a unir en un mismo centro a los alumnos de euskera y de castellano, de líneas distintas. Quiero contarle mi experiencia porque eso ya lo hemos vivido en Navarra y en mi familia fue un auténtico sufrimiento. Estuve involucrada en la apyma del instituto de mis hijas y las tensiones que vivíamos allí fueron constantes. En las reuniones de padres los temas habituales nunca eran educativos sino de cuestiones políticas. La tensión fue tan creciente que al final lo dejé y conmigo otros padres. A mis hijas les pasaba algo parecido, cualquier tema político, atentados, detenciones, jornadas de lucha, metía presión en las clases. Unos alumnos exigían a los otros la huelga, o la jornada de lucha, y era muy difícil plantar cara. Después llegó la decisión de separar a los centros según los modelos. Y todavía me acuerdo aliviada de aquella decisión. El instituto volvió a ser un centro escolar, y dejó de ser un lugar de agitación. Y me consta que hasta los profesores estaban más tranquilos en sus clases. También en el centro que quedó con el euskera mejoró su situación, había muchos menos enfrentamientos. Por eso le animó al Consejero a preguntar a quienes ya vivieron aquella situación a la que nos quiere volver a llevar, que pregunte a padres, a profesores y a alumnos. Yo por mí, por mis hijas y por mis nietos, le digo: no, por favor. Presiento que quiere empujar a mis hijos a la privada, y lo va a conseguir. M.I.I.